Cuida tu grifería
Cuida tu grifería

Cada elemento de nuestro hogar se convierte en un elemento decorativo que suma para imprimir carácter y personalidad a nuestra casa. Siempre las elecciones de elementos considerados funcionales pasan a tener más relevancia su diseño. Todo ello suma a que la ubicación es cada vez más al alcance de vistas de visitantes.
Después de elegir y acertar con el diseño sopesando la calidad y precio vemos que pronto estos elementos tan amados se pueden convertir en una pesadilla. En algunas zonas de España la concentración de cal en agua y su salinidad, junto a su pureza hacen que debemos conocer como prolongar la vida útil y estética de nuestras griferías.
¿Cansado de tener siempre lleno de cal los grifos?
Desde el Consorcio con más de 16 años de experiencia en el sector de la construcción queremos ayudar con breves consejos como solventar las pequeñas incidencias con la grifería.
Lo primero será leer bien el manual de instrucciones de cada fabricante. Esto nos ayuda al menos a conocer el material del que está hecho. Sobre todo, debemos tener en cuenta que en la actualidad se combinar aleaciones de metales con resinas y plásticos para darles un diseño más atrevido y todo ello si lo desconocemos puede jugarnos una mala pasada.

El acabado más común de los grifos de latón se crea con una electrodeposición que combina capas de Níquel y cromo. Todo ello hace que elimine al máximo la porosidad creando una película protectora que autoprotege de los elementos químicos del día a día.
La resistencia del Cromado ante la corrosión es vital y esencial en estos productos, pero se puede dañar con algunos productos de limpieza abrasivos comunes en el hogar. Los productos a evitar en la limpieza son ácido sulfúrico, el salfumán, el amoniaco y la lejía, que provocan un deterioro prematuro del material, tanto si se aplican directamente en la superficie de la grifería o únicamente con sus vapores (si se utilizan cerca de los grifos) También debemos evitar estos otros productos que aun siendo menos comunes, muchos son usados en zonas de aseos, cocinas o lavaderos, como son la sosa caustica, aguarrás, acetona o alcohol.

Por otro lado, el uso diario y la calidad del agua pueden ir deteriorando los materiales. Esto viene motivado por la evaporación del agua que dejará unos sedimentos y restos que si no son retirados con frecuencia podrán mancharlo de moho o estropear el recubrimiento. Para ello no debemos usar estropajos que puedan rallar la superficie. Nosotros siempre recomendamos un paño húmedo o esponja jabonosa suave. Posteriormente, debemos aplicar para el secado un trapo de algodón o gamuza que seque y pueda sacar ligeramente el brillo sin dañarlo.
También recomendamos la renovación de los filtros o aireadores para evitar acumulación de restos del agua, la pieza no es costosa y sus sustitución es sencilla.
Para ayudarte, puedes ver grifos y piezas en nuestra página web.
Esperamos sea útil esta entrada de blog, coméntanos tus dudas estaremos encantado de ayudarte.
Hasta la próxima…
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